¿Cómo realizar presentaciones efectivas para capturar la atención de mis clientes?
Hoy estamos viviendo prácticamente un coma de información. Los nuevos escenarios junto a la transformación digital, han acelerado los procesos de cambio que ya estábamos viviendo. Y en estos nuevos escenarios, captar y mantener la atención de nuestros equipos, nuestros clientes y colegas, se ha vuelto un desafío cada vez más complejo.
Es por eso, que el saber estructurar nuestros relatos o presentaciones audiovisuales y comunicar nuestras ideas de manera memorable, se ha vuelto una ventaja competitiva.
En este artículo, les comparto un modelo efectivo para estructurar las presentaciones de manera lógica y coherente. MODELO M.A.P.A.
META:
Hace un tiempo me invitaron a un seminario. Después de unos minutos viendo la presentación, me di cuenta de que el único objetivo del orador, era; transmitir tanta información como le fuera posible en los 20 minutos que tenía datos, gráficos, diagramas y láminas sobrecargadas de información.
Cuando aún no habíamos terminado de interpretar un gráfico, o un dato, el orador ya había pasado a la siguiente lámina. Al cabo de unos minutos, era incapaz de seguirle el ritmo y terminé desconectada, a mi alrededor, veía a la audiencia absorta en sus teléfonos. Por último, el orador había terminado hablando solo, porque la audiencia, aunque físicamente estaban en la misma sala, hacía tiempo que ya estaban desconectados.
Este es un error que cometemos a menudo cuando hablamos sobre “nuestro tema”: pretendemos contarlo todo sin tener en cuenta a la audiencia.
Generalmente nos planteamos objetivos, pensando en lo que “nosotros” como oradores, haremos durante la presentación y nos olvidamos de nuestra audiencia. En este sentido, ¿cómo debemos definir la meta u objetivo de una presentación?
La respuesta a esta interrogante es que la meta debe estar enfocada en la audiencia, por lo que es imprescindible preguntarse: ¿Qué quiero lograr con mi presentación? Y ¿Qué es lo que me interesa que haga mi audiencia al final de mi presentación?
Cada vez que nos paramos frente a una audiencia a hablarles, lo hacemos con un fin determinado. Independientemente de la naturaleza de la presentación, todas buscan generar un cambio en la audiencia.
Podemos generar 3 tipos de cambios en nuestra audiencia y para eso es importante hacerse las siguientes preguntas: Cuando haya terminado la presentación: ¿Qué quiero que la audiencia, haga, piense o sienta? Pues contestar estas preguntas nos ayudará a movilizar al público a la acción.
AUDIENCIA
“Debes hablar a la audiencia, no delante de la audiencia” y la clave está, en entender cuáles son los intereses de tu audiencia.
Uno de los errores más comunes, que todos cometemos, es comenzar con el tema. Esto nos lleva inmediatamente a los detalles y hace que sea más difícil derribar el muro entre nosotros y los demás. Por lo que, cuando se prepara una presentación debe tenerse en cuenta el tipo de audiencia a quien está destinada.
El mensaje debería conectar con sus objetivos e intereses, sólo así la comunicación resultará eficaz.
Los conceptos, la jerga, el lenguaje, el nivel de profundidad deberán adaptarse a cada audiencia en particular. El conocimiento previo de cómo es la audiencia y cuáles son sus expectativas nos ayudará a conectar emocionalmente.
Es por esto, que antes de sumergirte en la información, pregúntate:
- ¿Quién estará en la sala?
- ¿Por qué están ellos ahí?
- ¿Que necesitan?
Sé especifico en tus respuestas, identifica las necesidades de la audiencia y elabora un mensaje que se dirija directamente a esas necesidades.
PROBLEMA
Cuando hacemos el trabajo de indagar en los posibles intereses de nuestra audiencia, también debiéramos preguntarnos; ¿Qué posible dolor tienen?
En este punto, debemos estructurar la presentación, mostrando en primer lugar el problema o el reto al que se enfrenta tu audiencia. Cuanto más resuene con ella, más atención te prestarán desde los primeros instantes.
Recuerda que para ser interesante tienes que hablar de lo que le interesa a la audiencia, no de lo que te interesa a ti. Debemos ponernos en sus zapatos y preguntarnos ¿Cuáles son sus frustraciones y sus alegrías?
AMBICIÓN / ACCIÓN
Por último, debiéramos definir cuál es nuestra propuesta, solución o las posibles soluciones al problema.
Les recomiendo hacer un breve storyboard con las principales ventajas y beneficios de cada una. Nuestra ambición (solución) debiera conectar emocionalmente con los dolores detectados en nuestra audiencia. Además, termina con una serie de recomendaciones específicas o plan de acción para solucionar el problema planteado de manera que la audiencia se sienta capacitada para cambiar esa situación problemática o conflictiva y alcanzar esa meta.
Francisca Andler, Docente Unegocios FEN UChile
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