Desde que irrumpió de la mano de las redes sociales, el marketing de influencers no ha parado de crecer. Con el paso del tiempo, esta industria se ha ido asentando y, tanto marcas como influenciadores, han ido aprendiendo cómo trabajar juntos para alcanzar las metas y mejorar los resultados.

Sin embargo, hay varios errores que pueden comprometer el éxito de este tipo de colaboraciones. Sigue leyendo para descubrir 5 de ellos.

Error #1: No determinar objetivos en la relación con los influencers

Ya sea que se trate de una campaña o de una relación de largo plazo, debes establecer un set de objetivos y KPIs en tu estrategia de marketing de influencers.

Sin esto, será imposible que puedas determinar si estás haciendo una buena inversión. Aunque aumenten las ventas, el tráfico web o el engagement en redes, necesitas objetivos concretos contra los cuales contrastar estos resultados.

Estos objetivos deben ser documentados y comunicados en forma previa a la campaña a todo el equipo y al influencer con el que estés trabajando.

Error #2: Ir a lo macro y olvidar lo micro

En el marketing de influencers, más grande no siempre significa mejor. Dejarse impresionar por un número alto de seguidores es un error muy común.

Por supuesto, la cantidad de seguidores es un factor importante, pero hay que ser cuidadoso por varias razones.

En primer lugar, existe la mala práctica de comprar seguidores, likes, views y hasta comentarios, lo que, obviamente, perjudicará a la marca que se deje llevar por números impresionantes.

En segundo término, los macro influencers pueden asegurar alcance, pero los micro y nano influencers suelen obtener muy alto engagement, están más especializados en el tipo de contenido del que hablan y tienen audiencias más leales y comprometidas.

En tercer lugar, el influencer y el tamaño de su audiencia que conviene elegir depende del tipo de campaña y sus objetivos.

Error #3: No investigar al influencer

Podría parecer un error de principiante, pero la reputación de una marca bien vale tomarse muy en serio saber muy bien con quién se va a trabajar.

Conocer el perfil de temas, intereses y audiencia del influencer no es suficiente. Debes asegurarte de que no haya tenido problemas con la ley, incumplimientos de contrato, comportamientos o expresiones contradictorios con los valores de la marca o cualquier otro problema.

El influencer, por su parte, si hace bien su trabajo, también evaluará si la marca se alinea con la imagen y reputación que ha construido.

Error #4: No monitorear los resultados

No basta tener los resultados al final de la campaña, hay que monitorear cada KPI desde el día 1. Las herramientas digitales ofrecen múltiples facilidades para trackear todo en tiempo real, lo que es una gran oportunidad para ajustar lo que no esté saliendo bien.

También se pueden monitorear conversaciones que mencionan la marca en las redes sociales. Este monitoreo permite mantener a la marca al tanto de los mensajes antes de que se vuelvan virales por las razones equivocadas.

Error #5: No priorizar la autenticidad

De nada servirá una multitud de seguidores y la más planificada de las estrategias si la campaña no tiene credibilidad. Los contenidos deben ser auténticos y creíbles en boca de quienes los transmiten.

Demasiada perfección es enemiga de la autenticidad. Los creadores saben lo que le gusta a su audiencia y todo, desde el contenido, los emojis, los filtros, los estilos de fotografía y los subtítulos, es único para ellos. El público puede detectar fácilmente una falsificación y lo denunciará rápidamente.

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