El dilema del marketing visual: ¿Éxito en lo breve o lo detallado?
Con la capacidad de atención de la generación Z reducida a solo 8 segundos, las marcas deben encontrar el balance perfecto entre videos cortos o largos.
El marketing digital ha evolucionado hacia un formato dominado por el video, convirtiéndose en la herramienta principal para atraer a la audiencia y generar engagement. Sin embargo, las marcas se encuentran ante un dilema: ¿deberían apostar por videos cortos y concisos o por contenidos más largos y detallados?

La respuesta a esta pregunta se encuentra en la capacidad de atención de los usuarios, que ha disminuido drásticamente en los últimos años. Según el Instituto de la Juventud (injuve), el tiempo promedio de concentración de la generación Z se ha reducido a solo 8 segundos, lo que plantea un desafío considerable para los creadores de contenido y las marcas que buscan conectar con su audiencia.
La calidad de la edición puede marcar la diferencia entre un video que se consume en su totalidad y otro que es descartado tras unos segundos. Elementos como el ritmo, las transiciones y la capacidad de comunicar el mensaje son esenciales para mantener al espectador enganchado.
“Los videos cortos son clave para captar rápidamente la atención en plataformas como TikTok o Instagram, donde la rapidez y la creatividad se valoran más que nunca. Pero no debemos subestimar el poder de los videos largos cuando el objetivo es conectar a nivel emocional y contar una historia más completa” menciona Martín Cena, Managing Director de Kantar Insight.
Para ciertos tipos de contenido, como tutoriales, explicaciones detalladas o campañas que busquen establecer una conexión emocional más profunda con el público, los videos largos siguen siendo una herramienta poderosa. El truco está en la calidad de la edición, que debe mantener el interés del espectador a lo largo de la pieza audiovisual.
Un elemento clave que las marcas están utilizando para maximizar el impacto tanto de videos cortos como largos es el uso de influencers y campañas pagadas. Especialmente de aquellos con gran presencia en plataformas de video como TikTok o YouTube, son una pieza fundamental para generar viralidad. Las compañías colaboran con ellos para crear contenido que se alinee con su estilo y, al mismo tiempo, integre mensajes de marketing efectivos de manera orgánica.
Los videos largos funcionan mejor para campañas más dirigidas, donde la inversión en tiempo por parte del espectador es recompensada con contenido de valor. Hay productos o servicios que requieren una explicación detallada para que el consumidor pueda tomar una decisión, como con lanzamientos de productos tecnológicos o servicios financieros.
A medida que las plataformas continúan evolucionando y adaptándose a los hábitos de consumo de los usuarios, las marcas tendrán que seguir experimentando con formatos mixtos de videos breves y largos. El futuro del marketing visual parece estar en la capacidad de personalizar el contenido para distintas plataformas y audiencias, combinando la inmediatez de los videos cortos con la profundidad de los más extensos.
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