Evolución y Autenticidad: El camino de los creadores de contenido

El trabajo de los influencers en Chile refleja una creciente profesionalización y la importancia de la autenticidad en las colaboraciones con marcas. Recogemos las experiencias de creadores que combinan pasión, contenido genuino y marketing para construir comunidades sólidas y vínculos duraderos con sus audiencias y anunciantes.

Evolución, profesionalización y cambios en las plataformas han marcado la ruta de los creadores de contenido para redes sociales que trabajan habitualmente con marcas.

El periodista y presentador de televisión Juan Pablo Queraltó, por ejemplo, partió hace mucho en Instagram y el entonces llamado Twitter, con fotografías que él mismo califica de ‘simples’. “Hace por lo menos unos 3 o 4 años ya lo he tomado de una manera mucho más profesional, desde la forma en la que grabo, el guion que preparo y la manera en que edito también cada uno de los contenidos que hago”, explica.

Para el mecánico de autos Tommy Crozier, las ganas de enseñar y compartir su pasión tuerca lo llevaron a convertirse en creador de contenido con más de 47 mil seguidores en Instagram. “Si bien las cosas partieron con un origen súper espontáneo y con ganas de compartir no más, es super choro lo que pasa después, porque a todo esto yo soy técnico mecánico, no soy ingeniero comercial, entonces tampoco tenía muchas herramientas de marketing”, cuenta.

Pero fue aprendiendo de marketing digital, la cuenta siguió creciendo y ganando en engagement, y se dio cuenta que el contenido digital se apalancaba muy bien con su negocio de reparación de automóviles.

En el caso de la bailarina Vivi Rodrígues, comenzó el año 2012 a crear contenido, cuando quedó embarazada por primera vez y creó su Blog Mamá por Primera Vez. “De ahí pasé a crear contenidos para Instagram y Youtube relacionados a la maternidad. Luego fui avanzando con mi propia evolución como mujer y hoy me dedico a crear contenidos relacionados a la mujer, vida sana y familia”, cuenta.

Sobre todo, autenticidad

Estos tres creadores hacen frecuentes colaboraciones con marcas afines a sus intereses y audiencias, donde el factor en común es la búsqueda de un vínculo real con la marca que se traduzca en un contenido auténtico y cómodo para todos.

“Primero que todo, necesito realmente conocer el producto o servicio y que me guste de verdad, y que esté alineado a mis principios y estilo de vida”, dice Vivi Rodrígues.

Juan Pablo Queraltó sigue una dinámica similar: “Yo creo que la marca primero tiene que identificarse conmigo un poco en términos familiares, en términos personales, en términos de quién soy, y también que el contenido sea acorde a lo que a lo que yo muestro o a lo que yo puedo realizar”.

El presentador dice que no trabajaría con marcas con las que no se identifica, y así es como sus colaboraciones se enfocan en marcas familiares y populares coherentes con el perfil que ha cultivado en televisión.

Tommy Crozier, por su parte, crea contenidos patrocinados con marcas con las que tiene una relación de largo plazo, ya que son proveedoras de su taller. “Puedo trabajar con auspiciadores de herramientas, auspiciadores de aceite, auspiciadores de insumos, como hoy lo hago. He trabajado con ellos desde que partí y han sido muy buenos partners”.

Para él, la clave de la confianza que las marcas tienen en su cuenta radica en el valor de su contenido, que consiste en videos que enseñan y son un aporte para sus seguidores.

Buenas prácticas

Rodrígues considera un error de parte de las marcas que proponen un brief muy comercial alejado de la comunicación natural del influencer, lo que puede derivar en un resultado deficiente. Frente a eso, muchas veces ella misma propone un brief estudiando la marca o adapta el brief que le envían haciéndolo suyo, colocando su identidad y buscando alcanzar el objetivo comunicacional propuesto por la marca.

Para Queraltó, un contenido que funciona muy bien en las colaboraciones con marcas son los que desarrolla junto con su señora, en los que potencian la dinámica familiar y se ríen de ellos mismos. “Si bien a veces te envían un brief o un guion tentativo, uno lo va modificando y va proponiendo qué hacer para que sea lo más auténtico posible. Yo no me voy a disfrazar de algo o no voy a decir una palabra que la gente finalmente no me cree y sabe que eso no lo estoy diciendo yo”.

El presentador considera que una buena práctica que tienen las empresas es trabajar con un pull de perfiles para el contenido digital. “Está el pull de tiktokeros o influencers, netamente ligado a las redes sociales, otro pull de personas que son conocidas, que trabajan en medios de comunicación y además tienen buena llegada a través de las redes sociales, donde estoy yo, es una mezcla”, sostiene.

En el caso de Crozier, el tipo de contenido que genera ha forjado una comunidad de amantes de los autos que, en la mayoría de los casos, no son necesariamente clientes de su taller. “Hay una proporción de la gente que me sigue que son clientes, pero la mayoría son mecánicos, y es por eso que les gusta a las marcas, porque a mi proveedor de herramientas, de aceite o de insumos le interesa llegar a esa persona”.

Sobre la proyección de este trabajo, a Vivi Rodrígues no le gusta mucho pensar en eso porque siente que la autenticidad está siendo cada vez más castigada: “Lo veo como un camino sin vuelta, más con la llegada de la IA, pero todos los que quieran seguir jugando ese juego, tendrán que aprender y avanzar a la próxima fase”.

Queraltó piensa que todo esto no hará más que seguir creciendo y los influencers perfeccionándose y profesionalizando más su actividad. “Creo que esto va a ir evolucionando y cada vez la calidad va a ser mejor”, concluye.

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