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Tan lejos y tan cerca

Aunque a miles de kilómetros de distancia, el conflicto bélico en Ucrania está impactando fuertemente el bolsillo de los latinoamericanos y sus hábitos de consumo, de acuerdo a estudio de NielsenIQ.

 

Un consumidor que ya venía racionalizando su consumo desde el estallido social, luego modificó sus hábitos en el encierro de la pandemia y ahora se le agrega el componente inflacionario. Es el chileno, que se ha convertido en un consumidor más restringido a la compra de consumo masivo en virtud de buscar excedente en su billetera. “Eso lo hace dejar de lado categorías que antes compraba en piloto automático, así como también buscar un dowsizing en marcas de primer nivel, y seguir navegando en lo digital en búsqueda de ofertas”, afirma Diego Gizzi, Commercial Leader NielsenIQ Ecuador.

 

Son parte de las conclusiones del estudio Impacto del conflicto en Latinoamérica, que explora los efectos de la guerra en Ucrania en la región, desarrollado por la empresa de medición y datos NielsenIQ. 

 

El reporte es parte de los analíticos T2T (Top Management to Top Management) que elabora el Lab NIelsenIQ Latinoamérica, que investiga comportamientos de los consumidores latinos, a lo que se sumaron los indicadores e insights de la Consumer Survey Global que hace la empresa trimestralmente.  

 

“Los efectos del conflicto bélico impactan en las economías dependientes de inversiones de los países centrales de Europa. Claramente, Latinoamérica es una de esas geografías exportadoras de materias primas. Chile, como tantos otros países latinos, recibe manufactura desde Europa y esa es la cadena de suministro que se sacudió y no sabemos cuándo retomará la normalidad”, explica Gizzi.

Esta dependencia genera la conocida inestabilidad de los precios del petróleo, la energía y las materias primas, el sobre stock o sub stock según la demanda y oferta de Europa o Estados Unidos, lo que, “para el consumidor chileno, se traduce en inflación, en menor poder de compra y en una recomposición de su billetera. Con esto último, los consumidores buscan alternativas en las marcas, mensajes cercanos y el acompañamiento responsable de las marcas”.

 

La respuesta de las marcas

Ante este panorama, dice Gizzi, pensar en el largo plazo “ya es una utopía para las marcas, el momento es hoy y el consumidor chileno está en un nivel muy superior de evaluación de ellas”. Los datos de NielsenIQ indican que las marcas que no responden con empatía a la actualidad han salido de su carro de compras, sabiendo que la situación es cada vez más dura y de fuerte impacto. Sin embargo, dice, “Chile tiene un ecosistema de manufactureros, retailers, suppliers e investigadoras de mercado, como NielsenIQ, sumamente comprometidos con su sociedad, que le permiten al consumidor versatilidad, surfear la ola y volver a empezar”.

 

Fuertes impactos económicos

Ya antes de que estallara esta guerra, el crecimiento en Latinoamérica se proyectaba en un 2,1% para 2022, de acuerdo a la Cepal, tras el 6,2% de 2021. El conflicto agregó mayor presión inflacionaria y debilitó el crecimiento.

De acuerdo al reporte de NielsenIQ, el estallido bélico en Ucrania está impactando en los siguientes factores:

  • Efecto en los precios de los suministros
  • Precio del combustible se dispara
  • Precios más altos y disponibilidad más baja de alimentos
  • Impacto en las materias primas
  • Caídas en las bolsas de valores en muchos países
  • Posible impacto en costos de vivienda

 

Estos efectos ya se están visualizando en la región, derivando en que precio e inflación serán protagonistas a corto plazo. “Sin duda, éste es el efecto inmediato de cualquier conflicto bélico”, señala el estudio.

 

Por otra parte, producto de la pandemia y el golpe económico que ha significado, el 75% de los consumidores en Latinoamérica son restringidos nuevos o existentes. Esto significa que tienen una menor frecuencia de compra y aumento del ticket, adicional a la mayor convivencia de canales; están dispuestos (56%) a comprar en diferentes canales para encontrar una mejor oferta; y tratarán de hacer compras para el hogar (48%) en la menor cantidad de viajes posible.

 

Asimismo, se observan los siguientes fenómenos:

  • Los nuevos consumidores restringidos en su consumo se duplicaron a 62% en Latinoamérica.
  • 90% de los consumidores cambiaron hábitos de compra.
  • 71% continuará reestructurando su gasto.
  • El 74% de los latinos confirman que gastan más por el mismo producto de lo que gastaban hace seis meses.
  • El gasto promedio en alimentos, bebidas y tabaco corresponde a un 25,4% del gasto total, mientras que el de salud es de un 5%, y de ropa y calzado, un 4%.

 

 

 

 

 

Diego Gizzi, Commercial Leader NielsenIQ Ecuador.

 

 

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