“Los impactos serían acotados y podrían surgir oportunidades si otros competidores enfrentan gravámenes más altos”
El economista Guillermo Pattillo, profesor de la Usach, explica que los últimos antecedentes respecto de los cambios en la política comercial de Estados Unidos sugieren que el impacto en nuestra economía sería más acotado de lo que se pensó en un primer momento.
Guillermo Pattillo, profesor de la Universidad de Santiago
Para 2025, el shock externo que deriva de los cambios que está teniendo la política comercial por parte del gobierno de Estados Unidos tendrá un efecto negativo en el crecimiento del país, de acuerdo al economista Guillermo Pattillo, profesor asociado del Departamento de Economía de la Universidad de Santiago. “No obstante -puntualiza-, no es posible en este momento hacer una estimación mínimamente confiable respecto al impacto de ese shock actualmente en desarrollo; los últimos antecedentes sugieren que puede ser, sin embargo, moderado”.
Es uno de los factores que incidirá en el crecimiento de este año. “En nuestra estimación actual, el crecimiento de la economía chilena se moverá en el rango 2% a 2,5% este año, menor al que estimábamos hace un mes atrás, pero sin duda esa cifra puede corregirse a la baja según la evolución que tenga la economía internacional”, plantea.
Y complementa: “La situación de mediano plazo es más compleja, ya que, independiente de lo que ocurra con la política comercial de Estados Unidos y sus efectos en el dinamismo de la economía mundial en el mediano plazo, la tasa de crecimiento del producto tendencial de Chile está en el orden de 2% anual; tasa muy baja para lo que hipotéticamente podría esperarse de una economía pequeña y abierta al mundo que usa eficientemente sus recursos. Impulsar un aumento del crecimiento tendencial debería ser uno de los desafíos claves del próximo gobierno”.
Claves para retomar el crecimiento
Pattillo identifica al menos 4 factores necesarios para fomentar el crecimiento:
- Dar un impulso a la inversión: Es crucial dinamizar la inversión privada, que ha mostrado caídas en los dos últimos años (-0,1% en 2023 y -1,4% en 2024). Esto implica generar un clima de mayor confianza para las empresas, reduciendo la incertidumbre que ha caracterizado la evolución de la política interna de los últimos años.
- Aumentar la productividad: Mejorar la productividad es fundamental para un mayor crecimiento de largo plazo. Esto requiere medidas en áreas como la innovación, la adopción de tecnología, la mejora del capital humano y la eficiencia de los mercados. Son la mayoría medidas que demandan bastante tiempo para mostrar resultados relevantes, pero respecto de las cuales tenemos un atraso muy significativo.
- Consolidación fiscal: Mantener una política fiscal prudente es importante para la estabilidad macroeconómica y para generar espacio para la inversión privada. Desafortunadamente, no hemos avanzado en esto a la velocidad y nivel que se habría requerido; este será un desafío que deberá enfrentar el próximo gobierno
- Reducir la incertidumbre: Tanto la incertidumbre interna (presión todavía existente por reformas anti mercado, deterioro violento de la calidad de la discusión política) como la externa (condiciones económicas globales, geopolítica) pueden frenar la inversión y el consumo. Generar un entorno más predecible es muy importante y, si bien tenemos control solo sobre algunos aspectos de esto, hacer los mayores esfuerzos para producir un clima de negocios más adecuado es el camino para modificar las expectativas y la inercia actuales.
El economista añade que “existe un problema adicional que no se menciona con la relevancia que tiene en el desenvolvimiento económico del país: la inseguridad. El avance del crimen en cualquiera de sus versiones opera como un impuesto sobre todos, impuesto por lo demás fuertemente regresivo. Estudios recientes del FMI y del BID han buscado medir el impacto de esto y los resultados muestran que el efecto es significativo. El fracaso relativo en la generación de un ambiente seguro es, quizás, una muestra más del fracaso de la sociedad chilena para sostener el esfuerzo al que obliga el avance del país, desde los bajos niveles de ingreso per cápita de fines de los años 60 a un nivel que nos ubica como un país de ingreso medio-alto. Los desafíos sobre la comunidad a medida que el bienestar aumenta son más sofisticados y requieren el compromiso de todos con un ideal de bienestar y de la estrategia para conseguirlo; ese compromiso, si alguna vez existió, no existe en este momento en Chile”.
¿Qué impacto tendrán o pueden tener las medidas que está aplicando Trump en la economía chilena?
Las recientes medidas arancelarias implementadas por el presidente Donald Trump, que incluyen un arancel recíproco del 10% a 95 países, entre ellos Chile, podrían afectarnos negativamente si generan baja en los precios de los productos que exportamos, particularmente del cobre. Es efectivo, sin embargo, que los impactos serían acotados y que incluso podrían surgir oportunidades si otros competidores enfrentan gravámenes más altos. En este momento, y luego de la moratoria decretada por el gobierno de Estados Unidos a la aplicación de aranceles “correctivos” por arriba del 10% a un importante grupo de países, el problema central será el impacto que tenga sobre la evolución de la economía china el arancel (en este momento) de 145% aplicado a las importaciones de ese país a Estados Unidos.
La solución más probable, no obstante, es que en los próximos 90 días* las negociaciones bilaterales conduzcan a un resultado mucho menos complejo que el que inicialmente muchos analistas anticiparon.
La inflación ha sido un tema importante en los últimos años. ¿Cómo espera que evolucione en el mediano plazo y qué impacto tendrá en la actividad económica?
Mis proyecciones indican que la inflación anual fluctúe en torno al 5% durante el primer semestre de 2025 y luego comience a reducirse, cerrando este año en poco más de 4% y convergiendo al 3% durante el primer semestre de 2026. Esto significa que la TPM esperaría que se mantenga en el nivel actual por lo menos por 6 meses más tendiendo a su nivel neutral en 2026.
¿Cómo proyecta el desempeño de la inversión y la confianza empresarial?
La inversión se recuperaría gradualmente en los próximos años, y en eso, con la información actual, coinciden todas las proyecciones actuales. El Banco Central en su último IPOM proyecta un aumento de la Formación Bruta de Capital Fijo en el orden de 3,7% este año y poco más de 2% en 2026. Sin embargo, la confianza empresarial, muy dañada desde hace varios años, dependerá mucho de las señales que la autoridad entregue en política fiscal y de las diversas regulaciones que todavía intenta promover, de la claridad en las políticas públicas y, también, de la evolución de factores externos. En mi impresión, sin embargo, nuestro problema es muchos más interno que externo y desde ese punto de vista no veo este año ningún cambio relevante que pueda hacer esperar un mejoramiento del ambiente de negocios.
¿Qué sectores productivos ve con mayor potencial de crecimiento en los próximos años y cuáles podrían enfrentar mayores dificultades?
El sector minero, particularmente en la producción de cobre y litio, presenta un alto potencial de crecimiento debido a la demanda global. Asimismo, las energías renovables, como la solar y eólica, ofrecen oportunidades significativas, considerando el potencial geográfico de Chile, aunque los problemas de transmisión son un tema no resuelto. Por otro lado, sectores como la construcción y algunos servicios podrían enfrentar desafíos debido a condiciones de financiamiento más estrictas y una demanda interna más débil. Sin embargo, algo ya muy sabido es que el emprendimiento requiere de reglas claras, bien diseñadas y un sistema regulatorio eficiente que efectivamente permita el desarrollo de nuevas ideas y la toma de riesgos. Desafortunadamente, en nuestro país la regulación y su aplicación por parte de los múltiples servicios públicos y municipales no está diseñada con ese objetivo. El ahogo a la iniciativa privada por todo tipo de regulaciones, muchas de ellas completamente inútiles, es algo con lo que seguiremos cargando por mucho tiempo a pesar de las declaraciones de las autoridades.
¿Cómo observa el comportamiento del consumo, qué pueden esperar las empresas y los consumidores al respecto?
El consumo privado, después de caer 4,9% en 2023, creció 1% en 2024. Para 2025 las expectativas son que tenga una leve recuperación, creciendo alrededor de 2%, y la demanda interna, que creció 1,3% en 2024, crecería alrededor de 2,5% este año, de acuerdo al Banco Central. Como se ve de estas cifras, la economía chilena seguirá este año en una senda de crecimiento modesto y, dependiendo de lo que ocurra con la evolución de las principales economías del mundo, ese crecimiento puede ser aun más modesto.
La productividad en Chile ha sido un tema de debate. ¿Qué medidas considera clave para mejorarla y hacer más competitivo al país?
La productividad es quizás uno de los más serios desafíos que tenemos por delante. Si observamos la evolución que ha tenido la productividad en los últimos años resalta que, medida trimestralmente, ella no deja de caer desde el primer trimestre de 2022 (Clapes-UC, PTF-A). No existe ninguna posibilidad de que Chile revierta la tendencia al estancamiento si no se revierte el comportamiento de la productividad.
Para hacerlo, es bien sabido lo que debe hacerse. Una lista no exhaustiva y muy conocida sería:
- Inversión en capital humano: Mejorar la calidad de la educación en todos sus niveles, fortalecer la formación técnica y profesional, y promover la capacitación continua de los trabajadores.
- Fomento de la innovación y la adopción de tecnología: Incentivar la inversión en investigación y desarrollo (I+D), facilitar la transferencia de tecnología, y promover la digitalización de las empresas.
- Mejora de la infraestructura: Invertir en infraestructura de transporte, energía, comunicaciones y logística para reducir costos y mejorar la eficiencia.
- Simplificación regulatoria y reducción de la burocracia: Facilitar la creación y operación de empresas, eliminando trámites innecesarios y reduciendo los costos regulatorios.
- Fortalecimiento de la competencia: Promover mercados más competitivos, reduciendo barreras de entrada y evitando prácticas anticompetitivas.
- Promoción de la inversión extranjera directa: Atraer inversión que incorpore nuevas tecnologías, conocimientos y prácticas de gestión.
- Flexibilidad laboral con protección social: Buscar un equilibrio entre la flexibilidad del mercado laboral y la protección de los trabajadores para facilitar la adaptación a los cambios económicos.
- Mejora del clima de negocios: Generar un entorno de mayor certidumbre jurídica y regulatoria para fomentar la inversión y la innovación.
Pero aun bien sabido, muy poco de esto lo hemos enfrentado con la decisión política que se requiere para revertir una tendencia que los desaciertos en política económica, que tienen larga data, han generado. Prejuicios, concepciones obsoletas respecto al desarrollo, radicalismo ignorante, entre otros, nos han desviado cada vez más de la senda que conduce al aumento de bienestar de la sociedad; volver hacia ella requerirá un esfuerzo que no estoy seguro alguien tenga la voluntad real de hacer.
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