Por qué y cómo deben las empresas avanzar en los modelos de prevención de violación de datos

El Reglamento del Modelo de Prevención de Infracciones, parte de la Ley de Protección de Datos Personales, está en sus últimos trámites de aprobación. Este reglamento entrega lineamientos concretos y aplicables: caracterizar los datos tratados, identificar riesgos y actividades de mayor exposición, definir protocolos de acción, establecer responsables internos y habilitar mecanismos de denuncia efectivos. Estas exigencias no son meras formalidades burocráticas; son herramientas que permiten demostrar, con trazabilidad y evidencia, que una empresa actuó con debida diligencia y que está preparada para responder ante un incidente.

Fuente: Freepik

Una violación de datos no sólo representa un costo técnico, sino una crisis reputacional y financiera que puede afectar la confianza del público, el valor de marca y la continuidad del negocio. Hoy contar con un modelo de prevención es un verdadero escudo corporativo.

Así también, las compañías que implementen tempranamente estos modelos podrán diferenciarse mostrando madurez en gobernanza de datos, algo cada vez más valorado por inversionistas y clientes. De hecho, estudios recientes de la OCDE destacan que las empresas con marcos de cumplimiento sólidos son las que logran mayor acceso a financiamiento en mercados internacionales y mayor fidelidad de clientes. Así, la protección de datos se transforma en un factor estratégico de sostenibilidad corporativa, no en un gasto.

Las empresas chilenas tienen hoy la oportunidad de pasar de la cultura del cumplimiento mínimo -donde se responde solo para evitar multas- a la construcción de modelos preventivos alineados con estándares internacionales y avanzar hacia una cultura de la prevención y protección de datos. Esto no se trata únicamente de evitar sanciones, sino de profesionalizar la gestión de riesgos asociados a los datos personales, un activo cada vez más relevante en la economía digital.

El Modelo de Prevención de Infracciones no es solo una normativa; es una invitación a modernizar la forma en que entendemos el riesgo y el cumplimiento. La protección de datos es hoy un pilar de confianza, competitividad y sostenibilidad. Quienes asuman este desafío no solo estarán mejor preparados frente a incidentes, sino que estarán liderando.

Por Ricardo Castillo, Jefe Cultura en Protección de Datos de Cybertrust Latam

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