

Según cifras de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), el sector retailer puede aumentar sus ventas entre un 10% y un 25% durante esta época.
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Septiembre en Chile no solo se vive en las calles, las fondas y los asados familiares: también se refleja en la economía. Las Fiestas Patrias, además de ser una celebración profundamente arraigada en la identidad nacional, se han convertido en un motor que dinamiza el comercio, el turismo, la gastronomía y el entretenimiento, beneficiando tanto a grandes empresas como a pequeños emprendedores locales.
De acuerdo con la Cámara Nacional de Comercio (CNC), el retail puede aumentar sus ventas entre un 10% y un 25% durante esta temporada. Supermercados, carnicerías, panaderías y botillerías reportan un alza considerable en la venta de carnes, empanadas, vinos y chicha, productos típicos que se convierten en protagonistas de las celebraciones familiares y comunitarias.
El turismo interno también se fortalece, ya que miles de personas viajan dentro del país, lo que impacta directamente en hoteles, restaurantes, estaciones de servicio y transporte interurbano. Las terminales de autobuses registran mayor demanda y las carreteras incrementan su flujo en peajes. Al mismo tiempo, bares, pubs y locales gastronómicos ven crecer su actividad, mientras que conciertos, fondas y eventos masivos generan ingresos relevantes en entradas, comida y bebidas.
En este contexto, la tecnología también juega un papel fundamental. Herramientas como las de Teamcore permiten a las tiendas mejorar la experiencia de compra durante estas fechas, optimizando precios, promociones, exhibiciones y disponibilidad de productos. Gracias al uso de algoritmos de inteligencia artificial, los comercios detectan irregularidades y oportunidades, activando acciones correctivas que se traducen en mayor eficiencia y en un impacto directo en las ventas.
El efecto de las Fiestas Patrias en la economía chilena es, sin duda, positivo en el corto plazo: impulsa el consumo interno, fomenta la creación de empleos —formales e informales— y brinda un respiro financiero a muchos comerciantes locales. Aunque algunos estudios advierten que los días festivos prolongados pueden generar leves bajas en productividad y que algunas familias recurren al endeudamiento para celebrar, el saldo económico y social se mantiene altamente favorable.
En suma, las Fiestas Patrias no solo encienden el orgullo nacional: también representan un motor de dinamismo económico que beneficia a miles de familias, empresas y comunidades a lo largo del país.