Catalina Pérez, presidenta de Chile Diseño, destaca la simbiosis entre ambas disciplinas: “Un buen diseño necesita de una estrategia sólida para ser visible, y el marketing encuentra en el diseño la forma más efectiva de transmitir valor y conectar con las audiencias”.

Chile Diseño nació hace 30 años gracias a un grupo de diseñadores que buscaba construir una comunidad de apoyo y colaboración. Su misión es promover el valor del diseño en Chile, conectar a quienes forman parte de la disciplina y representar su impacto tanto frente a las empresas como a las instituciones públicas.
“Con el tiempo, hemos pasado de ser una red de encuentro entre pares a convertirnos en una plataforma estratégica para visibilizar cómo el diseño aporta al desarrollo económico, social y cultural del país. Desde fortalecer la competitividad de las empresas hasta enriquecer la identidad cultural de Chile, nuestro rol es demostrar que el diseño no es solo estética, sino también estrategia, innovación y valor compartido”, destaca Pérez.
Hoy, la agrupación reúne a más de 65 empresas, 10 profesionales independientes y 12 instituciones académicas, generando un ecosistema diverso que refleja la riqueza de la disciplina.
“El diseño hoy trasciende la idea de responder únicamente a las necesidades del consumidor. Si bien las personas siguen estando en el centro, los proyectos exitosos incorporan múltiples dimensiones: la innovación, el respeto por el medioambiente, la diversidad cultural, el contexto social y las tendencias globales”. Es la visión de Catalina Pérez, presidenta de Chile Diseño, la asociación gremial que reúne a empresas, profesionales y academias de diseño.
Catalina Pérez destaca la importancia de participar en asociaciones y comunidades profesionales, dado que el trabajo colectivo no solo fomenta buenas prácticas y aprendizajes compartidos, también genera colaboración, redes de confianza y desarrollo conjunto.
“A los profesionales del marketing les diría que el diseño y el marketing se potencian mutuamente. Un buen diseño necesita de una estrategia sólida para ser visible, y el marketing encuentra en el diseño la forma más efectiva de transmitir valor y conectar con las audiencias”, valora.
Agrega que “hoy son cada vez más apreciados los proyectos colaborativos, donde conviven distintos expertos: una agencia con un estudio de diseño, un diseñador trabajando junto a una fundición tipográfica, o equipos multidisciplinarios que integran comunicación, innovación y tecnología. Esa es la manera en que logramos proyectos más potentes, relevantes y sostenibles en el tiempo”.
“Todo desarrollo de identidad requiere partir de la observación: recopilar datos, imágenes, referentes y códigos culturales que permitan comprender el entorno en que una marca existirá y cómo podrá diferenciarse de manera auténtica”, asegura Catalina Pérez.
Por eso, dice, la disciplina se basa en la colaboración y la curiosidad: “Los diseñadores somos observadores sistemáticos que traducimos realidades complejas en soluciones visuales y conceptuales, aplicables en distintos contextos”.

En este sentido, asegura, las marcas sólidas ya no pueden reducirse a un logotipo. “Hoy hablamos de marcas como sistemas vivos, que cuentan con un lenguaje visual, una voz propia y una forma coherente de habitar cada soporte de comunicación. El diseño, más que producir un símbolo gráfico, construye experiencias consistentes que generan sentido, confianza y cercanía. Desde Chile Diseño creemos que esa capacidad de articular identidad, estrategia y experiencia es la clave para que las marcas sean verdaderamente queridas y perduren en el tiempo”, sostiene Pérez.
Los Premios Chile Diseño, que este año celebran su décima versión, son un hito central para el gremio. En Chile existen pocos espacios que reconozcan de manera sistemática el trabajo en diseño, y estos premios cumplen esa función: visibilizar la calidad, diversidad e impacto de los proyectos nacionales.
Por eso, comenta Pérez, “decidimos pasar de tener un premio cada 2 a 3 años a una versión anual: necesitamos consolidar la marca de los Premios Chile Diseño como una plataforma reconocida y permanente, que sirva de vitrina constante para mostrar lo mejor de lo que hacemos en el país”.
La ejecutiva destaca que la sola práctica de postular ya es un ejercicio valioso. Implica seleccionar un proyecto, explicarlo y reflexionar sobre lo que queremos destacar de él, por lo que es un entrenamiento que fortalece a los equipos y eleva el estándar de la industria.
“Además -dice-, los premios son reconocidos por su ambiente de comunidad y buena energía entre colegas. Más que una competencia, son un espacio de encuentro, inspiración y celebración que muestra que en Chile hay diseño de excelencia, en diversas áreas como el diseño de servicios, el desarrollo de marca, de espacios, de objetos, entre otros”.
La profesionalización de la industria del diseño es uno de los objetivos del gremio, yha sido uno de los ejes principales en los últimos 30 años. Entre las iniciativas en esta materia destacan:
“Con estas acciones buscamos consolidar una industria cada vez más profesional, ética y conectada con las necesidades del país”, enfatiza.