

Chile, 4 de julio de 2022
El término Metaverso no es nuevo; sin embargo, hoy estamos viviendo un momento de explosión, una nueva realidad que cambiará nuestras vidas para siempre. Se trata de un movimiento hacia lo nuevo y desconocido que al ser humano le inspira sentimientos y actitudes diversas. En este informe analizamos, entre otros temas, el papel de las marcas en esta transformación, la millonaria inversión realizada en la industria del metaverso, lo que nos depara un futuro no tan lejano y una serie de recomendaciones que las empresas pueden adoptar durante el proceso de cambio.
¿Qué es un metaverso? Sin existir un consenso, y asumiendo que es un concepto líquido que irá evolucionando, tomamos la definición de metaverso de Oscar Peña, de 2022, que habla de una representación tridimensional, inmersiva y conectada de Internet. Un universo virtual persistente (seguirá existiendo estemos o no en él), social (podemos relacionarnos e interactuar con otros) y descentralizado (no están en manos de una única entidad o plataforma), en el que los consumidores son capaces de saltar entre diferentes experiencias virtuales, o entre la representación virtual y real del mundo físico”. Así, el metaverso nos ofrecerá experiencias inmersivas mejoradas desde cualquier dispositivo (tablets, móviles o gafas) y podremos hacer casi cualquier cosa que se pueda realizar en el mundo físico: entretenernos, comprar, trabajar, socializar. Incluso, podremos poseer elementos virtuales únicos, gracias a los NFT (Non Fungible Tokens) y pagarlos mediante una moneda propia (criptomoneda).
El metaverso atrae actualmente mucha inversión y su potencial a futuro es inmenso, según estimaciones y proyecciones sobre el tamaño del mercado en los próximos años.
De acuerdo a una investigación de la consultora internacional Analysis Group, dentro de una década el metaverso podría aportar 3 billones de dólares, un 2,8 % al PIB mundial, si en términos de adopción evoluciona de la misma manera que la tecnología móvil.
Según Gartner, en 2026, el 25% de las personas pasará al menos una hora al día en este entorno y, de acuerdo a Statista, el tamaño del mercado actual roza los 47.000 millones de dólares en 2022 y la proyección es que alcance los 679.000 millones en 2030.
Estamos viendo cómo muchas compañías ya están adoptando esta innovación en sus estrategias. No solo como experimentos, sino también como nuevas líneas de trabajo en las que vemos una clara apuesta por el metaverso como un nuevo espacio en el que generar engagement con objetivos muy diversos:
El despliegue de un metaverso tangible y masivo será progresivo a lo largo de los próximos años, ya que todavía se está desarrollando la tecnología que pueda hacerlo real. Pero esto no implica que debamos quedarnos parados. Los más innovadores pueden crear ventajas competitivas como hicieron otras compañías en los inicios de Internet. Algunos gigantes tecnológicos como Microsoft, Qualcomm y Meta ya están apostando fuertemente por el metaverso y su potencial para caracterizar el próximo capítulo de Internet. El fundador de Meta asegura que el metaverso “hiperconectará” a las personas con aplicaciones y servicios que enriquecerán enormemente su modo de vida. Crear el metaverso, tal como se concibe hoy en día, requerirá una red de alta velocidad, baja latencia, altamente segura y confiable, de la que actualmente no se dispone. Además, en los próximos años iremos viendo avances que trascienden el software y se irán lanzando al mercado nuevos dispositivos, que permitan conectarnos con esta nueva realidad.
La adopción de la tecnología avanza aún más rápido de lo que podíamos predecir. La pandemia nos lo ha demostrado. A corto plazo, debemos al menos experimentar para aprender y tomar posición: • Adaptarnos a la nueva cultura de trabajo para que nuestros colaboradores estén cómodos en este entorno. • Analizar opciones para mejorar la experiencia de compra o interacción online con un entorno más inmersivo. • Desarrollar aplicaciones de realidad aumentada o realidad virtual, crear eventos virtuales y diseñar nuestra presencia en aquellos que empiezan a tener una adopción importante de nuestras audiencias. • Diseñar un modelo de transaccionalidad basado en la tokenización de los activos digitales, a través de NFTs. • Invertir en el ecosistema; es muy recomendable que las grandes compañías incorporen talento nativo a través de operaciones de M&A.
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