Banco de Chile: Mi primera ópera, vecinos y niños de La Pintana disfrutan de manera gratuita función de El Barbero de Sevilla en el Teatro Municipal de la comuna

Una adaptación dinámica y divertida de la clásica ópera bufa de Rossini, hizo disfrutar a grandes y chicos.

El reconocido actor Álvaro Espinoza interpretó al ingenioso Fígaro, el barbero más famoso de la ciudad. Junto a él participó un elenco conformado por destacados cantantes y músicos.

Actividad forma parte del Programa Educación para Chile, de Banco de Chile.

“Fue mágico”, “nunca habíamos visto algo así”, “es bacán la ópera”, fueron parte de las reacciones de grandes y chicos al finalizar la presentación de El Barbero de Sevilla en el Teatro Municipal de La Pintana, una iniciativa inolvidable que celebró el arte, la música y el encuentro familiar en el marco del Día Mundial de la Ópera.

Banco de Chile junto a la Fundación Arte Familia presentaron una adaptación familiar de esta célebre ópera bufa del italiano Gioachino Rossini, con libreto de Cesare Sterbini, basada en la obra homónima de Beaumarchais.

“Mi primera ópera” se llama esta iniciativa que busca promover el arte como espacio de encuentro, recreación y valores, y que —como su nombre lo indica— fue para muchos la primera vez que pudieron asistir a un espectáculo de este tipo en su propia comuna.

La obra se presentó en un solo acto de 60 minutos, con arias y escenas traducidas al español y acompañadas por texto hablado. La historia fue narrada por Fígaro, el ingenioso barbero (interpretado por el reconocido actor Álvaro Espinoza), quien desde su barbería dialogó con el propio Rossini, generando una atmósfera cercana y entretenida para el público.

“Es la primera vez que veía una ópera con mis hijos y me sorprendió lo entretenida que fue. Se agradecen estos espacios culturales en la comuna, señaló Martina González, madre que asistió junto a su familia a la función.

“Nunca había visto ópera, me reí y me gustó mucho como cantaban. Mi personaje favorito fue Fígaro, comentó Carlos Ramírez, uno de los cientos de niños que disfrutó del espectáculo.

La dirección actoral estuvo a cargo de Andrés Rillón, mientras que Laura Castro lideró la producción general y dirección de arte. La producción contó con la orquesta de cámara de la Fundación Arte Familia, dirigida por el maestro Juan Luis Edwards.

“Para Banco de Chile es un privilegio generar este tipo de instancias que promueven el acceso a la cultura y el arte en familia, especialmente en el marco de nuestro Programa Educación para Chile, que busca contribuir al desarrollo integral de las personas y comunidades”, afirmó María Victoria Martabit, gerente de Asuntos Corporativos y Desarrollo Sostenible de Banco de Chile.

“En La Pintana estamos convencidos que la cultura es un poderoso motor de transformación social. Esta obra fue una excelente oportunidad pensada para acercar el mundo de la ópera al público infantil y familiar, permitiendo que los más pequeños aprendan de este género”, destacó Claudia Pizarro, alcaldesa de La Pintana.

“Como Fundación Arte Familia, celebramos esta alianza con el Banco de Chile y la Municipalidad de La Pintana, que ha permitido acercar el arte, la educación y la cultura a niños que muchas veces no tienen acceso a estas experiencias. Esta iniciativa es una vivencia educativa integral que comienza en el aula y culmina con la emoción de descubrir la ópera en vivo. La ópera es para todos y, gracias al compromiso del Banco de Chile, estos momentos se transforman en recuerdos imborrables”, añadió Laura Castro, directora ejecutiva de la Fundación Arte y Familia.

“Mi primera ópera” forma parte del Programa Educación para Chile de Banco de Chile, a través del cual la entidad financiera impulsa una serie de iniciativas para mejorar la formación que reciben los estudiantes, profesores, trabajadores, microempresarios y personas mayores de distintas comunas del país, en un trabajo colaborativo con otras organizaciones líderes en esta materia. Bajo el marco de este programa se promueve justamente que el aprendizaje debe ser integral, más allá de la sala de clases, y que la educación es una poderosa herramienta de movilidad social para las personas, especialmente para las nuevas generaciones.

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